Criterios ESG y ética: El nuevos enfoque de los postgrados en Chile

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Para Álvaro Pezoa, director del Centro de Ética Empresarial del ESE Business School, de la Universidad de Los Andes, son pocas las casas de estudio que imparten la ética y criterios ESG en sus programas, materias que, dice, tomarán cada vez más relevancia en el desarrollo de las empresas.

Pezoa destaca la importancia de aplicar estos principios y la necesidad de incorporar la ética, la sostenibilidad social y la responsabilidad social en la formación de los cargos ejecutivos. También, enfatiza en los riesgos para la industria y los desafíos a enfrentar.

¿Cuáles son los criterios ESG? El término ESG es el acrónimo en inglés de «Environmental, Social and Governance» que,  traducido al español, significa criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). Estos principios que antes correspondían a la responsabilidad social empresarial, hoy evolucionan en un nuevo término y una nueva relación entre comunidades y empresas.

El impacto y los desafíos de los criterios ESG, son analizados por Pezoa en esta entrevista con EducaLT.

Criterios ESG

Criterios ESG y el giro de los postgrados

¿Qué relevancia tienen los criterios ESG en la actualidad?

Tienen una alta relevancia porque son de aceptación mundial. Lo que se está planteando es a quiénes debe servir, con quiénes tiene compromisos y fines que cumplir la actividad empresarial. Implica una comprensión más amplia de lo que es la empresa. Para allá va el desarrollo y las mega-tendencias en esta materia, no sé si bajo el nombre ESG u otro.

¿Qué desafíos existen en la formación académica para mejorar la ética empresarial en Chile?

Son minoritarias las casas de estudio donde dentro del plan se incorpora la ética o materias asociadas como la sostenibilidad, la responsabilidad social de la empresa y la ética, que es una disciplina fundamental de arraigo filosófico.

Es necesario mostrarle a los alumnos de un modo atractivo y profundo que la ética está enraizada en la naturaleza de la persona. 

¿Es necesario reforzar la ética e integridad en la formación de altos directivos para adecuarlos a los criterios ESG?

Absolutamente, yo creo que las dos cosas están ligadas y debería hacerse énfasis en este punto. Hay que hacer más hincapié, porque sino esto podría quedar como una serie de tendencias a cumplir, pero sin mucho norte.

Cuando eso ocurre puedes quedar en un “cumplo y miento”, sin entender cómo se vincula con el bien de la empresa y el bien común de la sociedad. 

¿Qué tan relevante es que las casas de estudio fomenten la inclusión social y la participación femenina en los directorios de empresas?

Todo lo que sea apoyar el crecimiento y desarrollo de las personas, con todas sus diversidades, es valioso. Darle el máximo espacio a las personas para que puedan desarrollarse implica hacerlo con todas sus diferencias. Lo que no debe haber son malas discriminaciones como, por ejemplo, porque eres mujer nunca podrás ejercer un cargo.

¿Qué dificultades existen en la implementación de los criterios ESG en el mundo empresarial?

No hacerse cargo. En Chile hemos tenido una crisis social y, al mismo tiempo, de violencia delictiva. Hemos vivido una pandemia. Lo que ha significado para las empresas darse cuenta de cómo la sociedad en sus distintos sectores espera que respondan más y mejor.

Otro riesgo que veo es sí hacerse cargo, pero quedarse en la pura formalidad y terminar en el cumplimiento o “cumplo y miento”. Otro, es la tentación regulatoria, que puede ser alimentada por una reacción débil, insuficiente o lenta del mundo empresarial ante estos nuevos escenarios. 

Es preocupante que la regulación trate de ser maximalista y termine por ahogar a la empresa en vez de darle el espacio suficiente para, por voluntad propia, encaminarse a estos nuevos desafíos. 

Desde el punto de vista social y de gobernanza ¿Cuánto pueden afectar las faltas a la probidad a una organización? 

Cuando uno habla de factores ESG, es decir, medioambiente, sociedad, gobierno de la organización, yo creo que ser recto es un mínimo. El reto ético que hoy día enfrentan las empresas es mucho más amplio.

Lo que se espera ahora es que seamos capaces de mejorar. Después, plantearnos cuánto aporte podemos hacer a la sociedad, más allá de solamente los productos y servicios que producimos y que ya son un aporte.