Luz Montero: “La educación online rompió barreras y llegó para quedarse”

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La educación online para pregrado, diplomados y postgrado llegó para quedarse. Así lo visualiza Luz Montero, directora de Educación Continua UC, al analizar el incremento exponencial que han tenido los alumnos que optan por esta modalidad de estudios. Y también la necesidad creciente de los profesionales por perfeccionarse.

En conversación con EducaLT, Montero -médico de formación- se detiene para analizar el presente, futuro y desafíos de la educación continua en Chile, cuyo crecimiento se ha basado principalmente en romper las barreras geográficas y acercar la educación a los nuevos estudiantes.

¿Existe algún prerrequisito para realizar un diplomado o cursos de especialización en educación continua?

Tenemos más de 3.000 programas, entre diplomados y cursos. Un poco más de 500 diplomados y más de 2.000 cursos. La gama es enorme.

Una parte importante de nuestros alumnos son personas que ya están trabajando y quieren actualizar sus conocimientos, profundizar lo que ya saben o adquirir nuevas competencias o habilidades, porque el mundo y el mercado del trabajo cambió. La mayor parte de los diplomados están pensados en personas con un título de pregrado o para personas que puedan demostrar conocimientos. Hay otros diplomados que son más generales o que están destinados a otros públicos.

¿De qué manera se puede abarcar tantos programas sin perder la calidad de sus cursos, diplomados y programas en un formato de uso masivo y reciente como el online?

Llevamos más de 20 años haciendo educación online, pero ha ido creciendo. Antes de la pandemia, casi la mitad de nuestra formación continua era online. Hoy día el 98% de los alumnos son online.

Estos últimos meses pudimos tener un poco más de presencialidad. La pandemia hizo que todos los cursos presenciales migraran a este modo online en vivo, que es un online sincrónicos, que es algo más parecido a lo presencial pero mediado por un computador. Y por otro lado, hubo una explosión de los cursos online asincrónicos, pregrabados que tienen otra metodología y más trabajo al inicio, pero es hoy la que los alumnos más prefieren, porque la pueden hacer en cualquier minuto, en cualquier lugar, es más lúdica. Eso es lo que más ha crecido, la formación full online.

Sumando las dos modalidades, el 98% de nuestros alumnos están en este mundo. Y pensamos que este año iba a volver la presencialidad de forma importante, pero volvió bastante de nicho.

Por años existió un prejuicio en torno a la educación online, principalmente por su calidad.

Hoy día donde más penetra la educación online es justamente en educación continua y en postgrados, porque ya son adultos trabajando.

La educación online rompió las barreras y llegó para quedarse. Todos tuvieron que migrar a la educación online, y se dieron cuenta de que era buena, funcionaba, los alumnos y profesores la preferían, entonces se dieron cuenta de funciona y tiene muchas ventajas y algunas desventajas, por supuesto, pero llegó para quedarse. Muchos de los mitos en torno a la educación online se rompieron súbitamente con la pandemia. Y no solo en educación continua.

¿Cuánto ha crecido la educación online en los últimos años?

Se disparó. Nosotros, por ejemplo, entre 2020-2021 tuvimos un 50% más de alumnos. Pasamos de 80.000 alumnos en educación continua a 122.000 alumnos, lo que fue un aumento exponencial. Y a nivel mundial hubo un aumento exponencial.

¿Cuánto influyó el eliminar las barreras geográficas, la necesidad de perfeccionamiento o que las personas pasaran mayor tiempo en casa?

Durante la pandemia creció mucho por el confinamiento y porque las personas no tenían en qué gastar el tiempo y estaban aburridos en sus casas encerrados. Entonces, la educación online fue una oportunidad para formarse, entretenerse, hacer algo. También hubo muchas oportunidades de educación online gratuita, todas las universidades se abrieron a hacerlo.

Y puntualmente en Chile, todas las ayudas gubernamentales, que generaron un aumento en la compra de autos, también generaron un aumento en la capacidad de las personas de adquirir estos cursos, por su capacidad de financiamiento. Muchas personas que aprovecharon el retiro del 10% para formarse, hacer un postgrado o hacer un diplomado.

Hubo un fenómeno global de explosión de la educación continua y online, porque se dieron cuenta de que la pandemia aceleró toda la transformación digital, se dieron cuenta de que su trabajo no iba a ser el mismo, la automatización se aceleró muchísimo. Y tenían el tiempo y el Covid-19 hizo ver la necesidad de formarse en estos temas.

¿Las empresas están invirtiendo en la formación de su capital humano, o estos programas son autofinanciados por los trabajadores?

En Chile vemos que hay empresas que sí tienen una estrategia de formación y capacitación importante, pero no son la mayoría. Nosotros percibimos que hay muchas empresas que usan la franquicia Sence para formar a sus colaboradores, pero lamentablemente esa franquicia está orientada a trabajadores de nivel de menores ingresos y eso genera un límite para la captación de la mayor parte de los profesionales de las empresas. Como país tenemos menos apoyo que otros países más desarrollados.

¿De qué manera los cursos y diplomados de Educación Continua se adaptan a las necesidades del mercado laboral?

Lo hacemos de múltiples formas. Por un lado, la consulta directa de nuestros propios alumnos que muchas veces nos solicitan, a través de nuestro sitio web, habilidades específicas que a veces no tenemos. Por otro lado estamos analizando distintos reportes e informes globales, locales, el World Economic Forum, Global Skills Report de Coursera, entre otros que van levantando las competencias más demandadas. Y vamos observando qué va pasando con nuestros propios cursos, y te das cuenta que cursos que hace cinco años tenían muchos alumnos hoy no tienen interesados y otros que nadie los tomaba que hoy tienen una tremenda demanda.

¿Con qué frecuencia un profesional debería actualizar su formación y pasar nuevamente por el aula?

Varía mucho de la industria, del área de trabajo y de los cargos. Sin embargo, cada dos años como máximo, hay que estar actualizándose. Eso puede ser in the job, como capacitación interna, o con educación formal o intermedia.

Fuente: EducaLT